domingo, 7 de octubre de 2012

La boda en las alturas

Es un lugar muy grande para ser la cima de una montaña, hay mucha gente que nunca he visto pero siento que los conozco, hay una fiesta en este lugar, lo se porque todos están felices y contentos. 

Pregunto al que está a mi lado acerca de lo que se celebra en este lugar, pero dice que ponga atención y que me daré cuenta de lo que pasa. Comienzo a moverme por este lugar que cada vez me parece mas grande, y mas gente conocida pero que nunca he visto, voy cayendo en cuenta de lo que se celebra aquí, porque a medida que avanzo voy viendo que todos visten de blanco y al encontrarme me felicitan, y yo también los felicito, reacciono y le digo al que va conmigo ¡Esta es una boda! Repito de nuevo mi exclamación y él me confirma que estoy en lo cierto, pero nacen otras preguntas en mi cabeza ¿De quién es la boda? Me dice de nuevo que ponga atención, sigo caminando y todos siguen felicitándome a medida los voy encontrando, hasta que exclamo de nuevo ¡Es mi boda! ¡Esta es mi boda! Por eso me felicitan le digo, el asiente de nuevo. 


La felicidad es enorme por estar en mi boda en estas alturas más allá de las nubes, pero aun me acuerdo que yo he llegado aquí porque alguien me ha traído, muchas interrogantes llegan a mi mente y cuestiono al que está conmigo ¿Porqué estoy en esta boda si yo ya estoy casado en la tierra? ¡No puedo dejar a la que es mi esposa! Dice que siga poniendo atención a lo que pasa. 

Sigo transitando por este maravilloso lugar y donde absolutamente todos visten de blanco, semejante a un mar de exótica blancura y pureza, voy pensando que yo ya tuve una boda hace muchos años, pero ¡oh sorpresa! entre los miles y miles de asistentes me encuentro con mi compañera, ella también viste de blanco y esta muy feliz de estar en esta fiesta, me parece increíble que tanta gente haya venido a esta boda y de la que yo estoy participando. 

Ya lo estoy razonando, no solo yo estoy en estas bodas, sino todos los aquí presentes, y como piezas de un rompecabezas todo va concordando, como magistral sinfonía que ahora disfruto con total plenitud, sé que estoy en un sueño y que no estoy corporalmente en este lugar, pero es un sueño del que no quiero despertar, busco al que al que me ha traído aquí y le digo que este es un sueño y que ya entendí que estas bodas son especiales, ¡Son las bodas del Cordero! Exclamo inundado de gozo ¡Estoy en las Bodas del Cordero! 

Quien ha estado conmigo todo este tiempo parece estar satisfecho que al fin he compredido lo que pasa, y aunque no puedo verlo, puedo sentir que me está sonriendo, y aunque no han habido palabras sino solo una conexión mental, también parece decirme que aqui concluye su tarea conmigo y me quedo solo saboreando esta extrema alegria.  Siguiente Página

No hay comentarios:

Publicar un comentario