domingo, 7 de octubre de 2012

Una paz y felicidad infinita

El resplandor blanco vuelve a rodearme y esta vez estoy saliendo de la cortina de colores que antes había atravesado, estas luces de hermosos colores se mantienen frente a mi por un largo rato, pensamientos a granel vienen a mi mente como torrente de agua y me invade una sensación de temor, ¿Porqué no se apartan de mi? ¿Porqué no desaparecen? Ya no estoy dormido pues la luz de la mañana comienza a vislumbrar a través de mi ventana, siento la presencia de mi compañera que totalmente ajena a lo que estoy sintiendo sigue dormida, incluso puedo sentir la textura del cubrecamas en mi espalda, lentamente abro mis ojos y veo la punta de mis pies, sigo observando y noto todos los detalles de mi habitación, no hay duda que estoy despierto. 

La boda en las alturas

Es un lugar muy grande para ser la cima de una montaña, hay mucha gente que nunca he visto pero siento que los conozco, hay una fiesta en este lugar, lo se porque todos están felices y contentos. 

Pregunto al que está a mi lado acerca de lo que se celebra en este lugar, pero dice que ponga atención y que me daré cuenta de lo que pasa. Comienzo a moverme por este lugar que cada vez me parece mas grande, y mas gente conocida pero que nunca he visto, voy cayendo en cuenta de lo que se celebra aquí, porque a medida que avanzo voy viendo que todos visten de blanco y al encontrarme me felicitan, y yo también los felicito, reacciono y le digo al que va conmigo ¡Esta es una boda! Repito de nuevo mi exclamación y él me confirma que estoy en lo cierto, pero nacen otras preguntas en mi cabeza ¿De quién es la boda? Me dice de nuevo que ponga atención, sigo caminando y todos siguen felicitándome a medida los voy encontrando, hasta que exclamo de nuevo ¡Es mi boda! ¡Esta es mi boda! Por eso me felicitan le digo, el asiente de nuevo. 

El camino hacia la cima de la montaña

Es de madrugada y aun está oscuro, el sueño se comienza a escurrir de mis ojos, poco a poco se van mostrando colores de distintos tonos y formas, cada vez se acercan más a mi, semejante a una cortina de vivos colores. 

Estoy maravillado de esta escena ¿Qué significa? ¿Porqué me está pasando esto? Parece que la respuesta a mis interrogantes está al otro lado de la cortina de colores, que se me acerca y aún me resisto a atravesar... Por fin me atrevo a cruzar esta fascinante división colorífica, pasándola hay un resplandor de luz blanca que me envuelve, espero a que pase y me encuentro ante una majestuosa montaña de forma cilíndrica, tan alta que no logro ver el limite de su elevación, por lo que supongo que llega a las mismas nubes. 

Prólogo

Debo decir que para comenzar a escribir referente a lo que he de plasmar aquí, he tenido que pasar un momento de profundo análisis, ya que siempre existen personas que no comparten las ideas que no van de acuerdo con ellas, sobretodo si son temas religiosos que difieren de los que les han sido inculcados. Otro motivo que también podría provocar diferencia de pensamientos es que encuentren mi historia increíble o difícil de creer o impulsada por motivos religiosos, y para ser sinceros es algo que incluso a mi me pareció increíble al principio, pero en honor a la verdad y por tratarse de un tema que atañe a la humanidad entera no puedo callarlo en absoluto.